La
cena, transcurre tranquila, amena y relajada. Aunque en un principio,
tengo que reconocer que estaba muerta de los nervios y, por que no
decirlo, también de miedo, consigo relajarme y disfrutar. El miedo a
que aún aparezca esa persona que ni tengo ganas, ni deseo ver,
todavía esta ahí, en algún rincón dentro de mi, pero con cada
hora que pasa, se va haciendo más pequeño, hasta tal punto de que
casi he conseguido olvidarlo. Rebeca, a mi lado, no deja de hacerme
preguntas, y lo mira todo con mucha atención. Parece una niña
pequeña a la que han llevado a su parque de atracciones favorito. Si
albergaba alguna duda, de que venir esta noche iba a merecer la pena,
solo con ver su cara de entusiasmo y felicidad, queda disipada. Por
supuesto que ha merecido la pena.
Después
de la cena, pasamos a un salón, donde alguien, por supuesto
enmascarado, da un pequeño discurso sobre el club. Sus comienzos, el
éxito conseguido en poco más de un año y, la necesidad de poner su
ubicación en un lugar permanente, para que los miembros, no tuvieran
ninguna dificultad a la hora de asistir a las reuniones, ya que para
muchos de ellos, era un impedimento el tener que viajar. Ahora, con
una localización permanente, todo resultará mucho más fácil. A
continuación, la música invade todo el salón, y con un brindis
general, queda inaugurado el nuevo “Lust”.
Como
Rebeca se ha ido a bailar con un chico que se ha presentado como
Mustafá, aprovecho para ir al baño a retocarme un poco y
refrescarme. Apenas queda media hora para recibir el año nuevo, y
que leches, quiero hacerlo radiante. Sola, pero radiante. Cuando
regreso, mi amiga me está esperando junto a la barra acompañada de
su nuevo amigo. O mucho me equivoco, o estos dos, empezarán el año
nuevo jugando en alguna habitación de este increíble club. La
verdad, que si ambos lo desean, serían tontos si no lo hicieran. Y
de paso, yo aprovecharía para irme a mi casa sin tener que buscar
ninguna excusa. Me acerco a ellos y, pido una copa. Si, por supuesto,
bombay sapphire con naranja, ¿qué otra cosa si no? Pasamos unos
minutos charlando los tres, riéndonos. Porque resulta que Mustafá,
es la mar de divertido, simpático y, encantador. Creo que Rebeca, ha
hecho una buena elección para su estreno en el club. De repente, una
voz que conozco perfectamente y, que supuestamente estaba en Aspen,
dice a nuestras espaldas:
—Buenas noches, ¿os estáis divirtiendo chicas?—Miro a mi amiga, que justamente está frente a mi y la fulmino con esa mirada.
—¿Tu
no estabas en Aspen?—Contesto sin mirarle. Él sonríe y se acerca
a Rebeca.
—¿Y
qué iba a hacer yo en Aspen si puede saberse? ¿Has estado contando
mentiras Rebeca?
—Es
evidente que si tu estás aquí, mi amiga, no ha sido sincera
conmigo, ¿verdad?
—Yo
no he…
—Oh,
claro que si. ¿Acaso no me dijiste que Oliver estaba en Aspen con
Daniel? ¿Tu también has sido capaz de mentirme con tal de salirte
con la tuya Rebeca? Sinceramente, no esperaba algo así por tu parte.
Creí que eras mi amiga—digo cabreada—. Dime, ¿también me has
mentido sobre Jack Sparrow? ¿Cuándo va a hacer él su aparición
estelar eh?
—Lo
siento Oli… No quería que la última noche del año estuvieras
sola. Te mentí sobre Hércules, pero no mentí sobre Jack. Él no va
a venir…
—Si
claro. ¿Y se supone que ahora tengo que creerte? ¡Joder Rebeca!
—Venga
chicas por favor, tengamos la fiesta en paz y divirtámonos. Para eso
estamos aquí, ¿no?—Dice el hermano de mi amiga metido en el papel
de Hércules—. Estamos a punto de estrenar un año, ¿no querréis
hacerlo enfadadas verdad? Además chicas, la gente está empezando a
sentir curiosidad por lo que está pasando. Y por favor, no sigáis
utilizando vuestros verdaderos nombres, sabéis que está totalmente
prohibido hacerlo. Estáis infringiendo las normas—dice en un
susurro. Tiene razón, estoy tan cabreada que ni me he dado cuenta de
que lo hacíamos.
—Lo
siento—digo—, pero que creo que lo mejor es que me vaya a casa.
En estos momentos estoy tan cabreada que sería capaz de hacer
cualquier cosa. Y no quiero dejaros en evidencia.
—Tengo
una idea—dice Hércules tranquilo—. Mi hermana se queda aquí con
su amigo disfrutando de su copa y, tu y yo, iremos a bailar para que
te relajes ¿vale?
—No
creo que sea buena idea…
—Venga
Reina, hazlo por mi. Por los viejos tiempos ¿si?—Miro a mi amiga,
y aunque veo una súplica en su mirada para que me quede, no consigo
ver ni una pizca de arrepentimiento por su mentira. Y eso me duele.
Mucho.
—Está
bien—le digo a Hércules—. Pero que conste que lo hago por ti, y
en cuanto terminemos el baile, me largo.
—Ya
veremos… Venga, baila conmigo “Reina de Corazones”—. Extiende
su mano y yo a regañadientes la acepto.
Caminamos
hacia la pista, y una vez allí, Hércules me hace girar al ritmo de
la música con muchísima facilidad. Estoy tan enfadada… Para nada
esperaba que Rebeca me mintiera tan descaradamente y, encima que no
se arrepintiera de ello. ¿Por qué narices tuvo que hacer algo
así?Otra decepción que me llevo minutos antes de finalizar el año.
Joder, pensé que realmente era mi amiga, pero las amigas no se
mienten de esta manera ¿no? Después de ésto, no sé si seré capaz
de perdonarla, en el supuesto caso de que ella pida perdón, que por
lo que veo, va a ser que no.
—Deja
de darle vueltas Reina…
—Lo
siento Hércules, pero por más que lo intento no puedo. Consideraba
a tu hermana mi mejor amiga, y lo que ha hecho, me ha decepcionado
muchísimo. ¿Qué necesidad tenía de mentirme?
—Créeme,
sé como te sientes. No tengo ni idea de por qué Rebeca ha hecho
algo así, pero seguro que tiene un buen motivo.
—¿Y
qué motivo iba a tener a parte de poder estar ella aquí?
—¿Crees
que ella te engaño para poder asistir a la fiesta de hoy?—Asiento—.
Pues siento decirte que estás equivocada. Mi hermana tenía una
invitación personalizada desde hace más de una semana para la
fiesta. Yo se la di.
—¿En
serio?—Pregunto extrañada.
—Si.
—Entonces
si que ahora no entiendo nada de nada…
—Mira
Reina, mi hermana te quiere un montón. Se pasa el día hablando de
ti, alabando tu trabajo, tu personalidad… No creo que su intención
haya sido hacerte daño, más bien todo lo contrario.
—Pues
le ha salido el tiro por la culata. La ha cagado pero bien.
Tengo
que admitir, que cuando el baile termina, estoy bastante más
calmada. Ahora lo que estoy es intrigada. Intrigada por no tener ni
idea de por qué Rebeca, si ya tenía una invitación para venir hoy
al “Lust”, ha tenido que traerme con engaños. En fin… Volvemos
junto a ellos, que siguen en la barra. Poco tiempo después, en la
pared del fondo, se enciendo un gran plasma que ocupa prácticamente
todo el ancho de ésta. En directo, Times Square, a puntito de
empezar con las doce campanadas. De pronto, un murmullo generalizado
y, que no tiene nada que ver con el directo de Time Square, llama mi
atención. Me giro, al igual que el resto de los allí presentes,
buscando el foco de ese murmullo y, me quedo paralizada, con la
mirada clavada en la puerta. Donde está él.
El
hombre más increíblemente guapo y sexy que he conocido en mi vida.
El hombre que ha vuelto mi mundo del revés. El hombre que ha
conseguido resquebrajar la capa de hielo que cubría mi corazón para
adueñarse de él. El hombre al que amo… Vestido con un esmoquin
negro, camisa blanca y pajarita. Con su típica postura. Las manos en
los bolsillos, tranquilo, relajado… y sin máscara. Su preciosa y
perfecta cara, totalmente descubierta. ¡Oh Dios! El motivo del
engaño de mi amiga, lo tengo justo frente a mi. Ahora lo veo tan
claro… Hay que ver lo que le gusta a esta chica jugar a ser cupido.
Nunca aprende. La intensa mirada de Daniel sobre mi, hace que todas
mis terminaciones nerviosas revoloteen a la vez. A duras penas
consigo apartar la mirada y, buscar a mi amiga.
—Dijiste
que no vendría—apenas me sale la voz—. Si que mentiste Rebeca.
—No
lo hice Olivia—contesta convencida—. En ningún momento dije que
Daniel no fuera a venir…
—Pero
dijiste que Jack…
—Si,
se perfectamente lo que dije y, como puedes comprobar, él no es Jack
Sparrow. Es Daniel Dempsey. Por favor Olivia, no me lo tengas en
cuenta. Está enamorado de ti. Te quiere. Y me consta que tu le
quieres a él. Olvídate de todo y dale una oportunidad. Date la
oportunidad de ser feliz con la persona que amas Oli—. No puedo
hacerlo. Las lágrimas amenazan con salir y trago para contenerlas.
Lo
veo caminar hacia mi. No podría moverme aunque quisiera, que para
ser sincera, no quiero. Mi cerebro dice una cosa y, mi corazón otra
muy distinta…¿A cuál debo escuchar? A mi alrededor, el tiempo se
detiene, como esperando a ver cual será nuestro próximo movimiento.
Y el murmullo, hace rato que he dejado de escucharlo. Los latidos de
mi corazón, ha conseguido silenciarlo. En ese momento, solo estamos
él y yo. Nadie más. Nada importa. Excepto nosotros. Está tan cerca
que casi puedo tocarlo. Solo tendría que estirar un poco la mano
para rozar su cuerpo. Para sentir su calor. Pero no lo hago. Espero
quieta e inerte a que sea él quien haga el próximo movimiento, pero
parece que le cuesta. Por fin, se decide y da un paso más, acortando
nuestra distancia.
—Olivia...—dice
con la voz ronca, cargada de emoción—. Querías que todo el mundo
supiera quién se escondía debajo de la máscara de Jack Sparrow, y
aquí estoy. No tengo miedo a quedar en evidencia delante de toda
esta gente. No tengo miedo a las murmuraciones que sé que ésto
ocasionará. De lo único que realmente tengo miedo es de perderte
nena. Nada me importa excepto tu. Estos últimos días, han sido los
peores de mi vida. Te quiero con toda mi alma Olivia. Y no te atrevas
a decirme que tu no sientes lo mismo porque no te creeré. Por favor,
dame la oportunidad de demostrarte lo que siento por ti. Dame la
oportunidad de hacerte la mujer más feliz del planeta. Prometo que
no te defraudaré. Sé que prometí no buscarte. No rogarte. Siento
no haber cumplido mi promesa, pero no podía dejar que desaparecieras
de mi vida sin haberlo intentado una vez más. Te quiero demasiado
como para dejar ir. No me apartes de tu lado por favor…—Oh señor…
quiero hacerlo pero no puedo… Ya no…
Virginia , nos has dejado con la miel en los labios, en el próximo y último capitulo que pasará. Espero que como casi todas las historias termine bien. Un abrazo
ResponderEliminarHola Maria del Carmen, siento haber tardado en contestar, ya teneis un último capítulo, espero que te guste el final!!
EliminarGracias besin :))
¡Como se vaya te busco para que cambies la historia! Jajajaja. Esta vez tiene que quedarse con él, por favor, con lo guapo que está. No se puede ir. No seas mala y dale un poco de tregua al pobre Daniel, jajaja.
ResponderEliminarUn besillo.
jajjajaja Ya has leído el final María, puedes venir a buscarme para tomarnos un café jjajaja
EliminarGracias besin :)
Jooooo espero que todo se arregle, Daniel realmente está dispuesto a cualquier cosa por Olivia!! Me ha encantado y sorprendido a partes iguales su gesto, a mí ya me tiene en el bote jajajajaa.
ResponderEliminarPor favor, Virginia, a ver qué suelta ahora por la boca tu prota, ein...? ¡Un capítulo genial!
Besitos a montones.
La verdad que Daniel el pobre tiene mucha paciencia Julia, la quiere demasiado!! jajajaja
EliminarYa puedes leer el último capítulo, espero que te guste!!
Gracias besín :))
Aunque no he leído los anteriores capítulos, la verdad que es una historia apasionante y también me he quedado esperando ese desenlace que opino lo mismo que mis contertulias, por favor ¡no lo dejes marchar y que todo acabe bien! ja,ja,ja,ja
ResponderEliminarAdemás la extensión de este capítulo no se hace larga, cosa que en un principio pensé que podía ocurrir, pero lo cierto es que has encontrado una buena trama para que ese par de tortolitos puedan ya iniciar su "vuelo" comiendo perdices...ja,ja,ja
Un placer leerte, Virginia.
Besos
Muchísimas gracias Estrella, me alegra que te haya gustado la historia. Bienvenida a mi rincón romántico!!
EliminarGracias besin :))
¡WOW es una escena súper cinematográfica!!!
ResponderEliminarDaniel ya no puede hacer más, espero que se dé cuenta y termine todo con un final feliz, :)
Genial Virginia, besos.