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lunes, 19 de octubre de 2015

R.D.C. CAMBIOS

 
 
 
 
 
Estupefacta, miro la imagen de la desconocida que me mira desde el espejo, ¿esa soy yo? ¿En serio? ¡Madre mía lo que hace un buen corte de pelo y un buen maquillaje! ¡Estoy increíble! ¿Os había dicho alguna vez que no tengo abuela? Bueno, pues ahora ya lo sabéis. Salgo del salón de belleza con una sonrisa gigante en los labios, Claudine, me mira desde la puerta, satisfecha de su trabajo. He alabado tanto su destreza con las tijeras y la brocha que la pobre chica se ha ruborizado y todo. Ha cortado mi negra melena por encima de la nuca, y me ha escalonado el flequillo, estoy segura que acabará molestándome, porque estoy acostumbrada a llevar la frente despejada, pero bueno, creo yo que solo es cuestión de tiempo acostumbrarse ¿no? Lo siguiente que haré, será renovar mi vestuario, así que mañana después del trabajo, toca fulminar la tarjeta.
 
Llego a casa y con mucho cuidado para no estropear mi peinado, me doy una ducha y me pongo cómoda. Mierda, me acabo de dar cuenta, que con lo rizado que lo tengo, tendré que comprarme una plancha de esas para poder alisarlo. Joer, igual me he pasado un poco con el corte, no había caído en que sería yo la que tendría que peinarme, pues con lo zote que soy, a saber la que lío. Mejor dejar aparcado ese tema para dentro de un par de días, cuando tenga que enfrentarme a la cruda realidad.
 
Voy a mi cuarto y abro el armario de par en par. Con decisión empiezo a sacar mis trajes de trabajo grises y aburridos, llegó la hora de decirles adiós. Los meto en una bolsa, que dejaré mañana de camino al trabajo en uno de esos puntos que está lleno de contenedores para dejar la ropa usada, y la coloco junto a la puerta para no olvidarme de ella. Me he quedado con cuatro prendas, las que me he comprado hace poco para poder asistir a las reuniones del “Lust”. ¡Qué tristeza de armario por Dios! Tengo tanta cosas que comprar… Lo cierro para no deprimirme al ver lo poco que queda en su interior y me voy a la cocina a preparar algo ligero para la cena.

Mientras me hago unas pechugas de pollo a la plancha, cojo el teléfono de mi bolso, por cierto, todavía no he leído ningún mensaje del señor “soy un ogro”, y que queréis que os diga, estoy deseando hacerlo y ver que me cuenta. Pero si he esperado todo el día, ¿tampoco pasará nada por esperar un poco más no? Prefiero cenar tranquila, y después cuando ya está acostada, dedicarle todo mi tiempo sin ningún tipo de interrupción.
 
Estoy nerviosa, si, muy, muy nerviosa. Todo el día deseando leer los mensajes de Daniel y, ahora que tengo el teléfono en las manos y que estoy cómodamente en la cama, no me atrevo a hacerlo. ¿Pero que coño me pasa? Cuento hasta tres. Uno, dos, tres, lo desbloqueo y ahí está, el sobre parpadeando pidiéndome a gritos que lo abra de un puta vez. Y lo hago. Cuatro mensajes de él y uno de una compañía de seguros ofreciéndome no se que oferta. Lo borro directamente y voy a lo que me interesa.
 
MENSAJE 1

«Buenos días Olivia, ¿qué tal has dormido? ¿Has tenido sueños húmedos con el tirano de tu jefe?».
 
MENSAJE 2

«¿No vas a contestar? ¿Me vas a dejar con las ganas de saber qué tal me he portado anoche en tus sueños? Seguro que lo has disfrutado…»
 
MENSAJE 3

«Llevo toda la mañana pensando en ti, no consigo sacarte de mi cabeza. Imagino todo lo que podría decirte y hacerte si estuviera ahí y no puedo concentrarme. Se ha cancelado la reunión de esta mañana, estarás sin verme algunos días más, ¿podrás soportarlo? Me voy a comer. Hecho de menos tu lengua mordaz y tus contestaciones irónicas...»
 

MENSAJE 4

«¿Qué pasa Olivia, tu cobardía te ha obligado a rendirte? Tienes miedo ¿verdad? Lo comprendo, seguramente pienses que este juego te queda grande y se te pueda ir de las manos, ¿es eso? ¿Estoy en lo cierto? Sabía que no serías capaz de llegar hasta el final. Es una lástima, creo que abandonar, te convierte en perdedora. ¿Podré disfrutar de mi premio cuando regrese?
 
Este tío está como una regadera! ¿Os dais cuenta que es igual que Juan Palomo, yo me lo guiso yo me lo como? Ay Dios, ¿rendirme yo? Va a ser que no, que iluso.
 
«Buenas noches señor Dempsey, cómo se ve que es el jefe y tiene poco que hacer. Yo en cambio, he estado muy ocupada, tanto que ni siquiera me he acordado de su existencia. ¿Es consciente de que ha estado pensando en mi todo el día? ¿Eso no le dice nada? Esto no ha hecho más que empezar y ya le tengo en el bote, pensé que me costaría más, pero está resultando ser pan comido ganarle señor… Después de hablar con usted, he dormido plácidamente y, he tenido un sueño un tanto extraño, ¿quiere que se lo cuente? Si, seguro que si. Pues verá, yo iba tranquilamente caminando por una especie de selva y de repente, me encontraba con un orangután que se hurgaba la nariz para luego comerse los mocos, lo cierto es que me hizo mucho gracia y lo disfrute, ¿qué cree que significa ese sueño? Podría darle mi opinión al respecto, pero sé que usted es muy inteligente y que sabrá captar el mensaje...»
 
Me parto de risa, en serio, literalmente. ¿No echaba de menos mis contestaciones? ¡Pues chúpate esa engreído! Lo que daría por verle la cara mientras lo está leyendo. Una de dos, o se parte de risa al igual que yo, o se pillará un cabreo de mil demonios. ¿cómo creéis que se lo va a tomar? Seguro que no tardaremos mucho en averiguarlo. Probablemente ahora esté devanándose los sesos buscando una buena contestación. No espero menos de él. Su respuesta llega exactamente quince minutos después, ya empezaba a creer que no contestaría, pero ahí está el sobrecito parpadeando de nuevo.
 
«Vaya, vaya…¿Así que crees tenerme en el bote porque te he enviado cuatro mensajes de nada? ¿En serio? Estoy plenamente convencido de que hoy has hecho verdaderos esfuerzos por mantenerte alejada del teléfono y no caer en la tentación, pero ya te habrás dado cuenta de que han sido en vano ¿no? Mientras yo me dejo llevar, tu te reprimes. ¿Has conseguido algo con ello? Pues no señorita Murray, porque al fin y al cabo usted ha caído y me ha contestado y yo he conseguido lo que quería, saber de usted. Me resulta tan fácil hacerla caer… solo tengo que teclear las palabras mágicas ( perdedora o, cobarde ), para que haga acto de presencia. ¿Está segura de que soy yo el que está en el bote? Permítame que lo dude, le recuerdo que esto es un juego, así que no se deje engañar por las apariencias, suelen ser siempre equivocadas...»
 
En una cosa tengo que reconocer que tiene razón, que cada vez que me llama perdedora o cobarde, pierdo el culo en demostrar que no soy ni uno ni otro, así que puntito para el caballero. Pero en el resto, va a ser que no, antes muerta que rendida. Del sueño del orangután no ha dicho ni mu, ¿habrá pillado la indirecta no? Bueno, a lo mejor el chaval es un poco corto y no se ha enterado, eso o que haya preferido hacerse el tonto y guardármela para otra ocasión, que es lo mas probable.
 
«Tiene razón señor, las apariencias engañan, había olvidado que estoy jugando con alguien que tiene mucha experiencia en este campo, a pesar de que usted indica que no le gusta el juego, ambos sabemos que eso no es cierto ¿verdad?»
 
Pasan los minutos y no recibo contestación. Y claro, esperando, y esperando me quedo dormida pensando en él. ¿Y qué pasa cuándo te quedas dormida pensando en alguien? Pues que el subconsciente te juega malas pasadas y sueñas. ¿Y que sueñas? Pues cosas raras, como por ejemplo… Que estoy en el baño de la oficina y de repente, entra un hombre vestido de griego y con una corona de laurel adornando su cabeza. Lleva también una máscara dorada que le cubre parte del rostro. Me alza en sus brazos, me apoya contra la pared y con una mano me arranca la camisa, haciendo saltar los botones de esta por los aires. Levanta el sujetador por encima de mis pechos y me chupa los pezones, primero el derecho y luego el izquierdo. Su lengua es una cerilla que prende fuego a mi cuerpo con un simple roce. Levanto como puedo esa especie de túnica que lleva ( que no sé ni para que la lleva porque apenas le cubre nada ), y su miembro erecto me señala. Con una mano, lo llevo hasta la entrada de mi cavidad húmeda y anhelante y la meto dentro. ¡Eso es, ése es tu lugar bonita, dame placer! ¡Dios, y vaya si me da placer! Me retuerzo entre sus brazos mientras me penetra una y otra vez hasta que me corro gritando su nombre. ¡Jack, oh si Jack, deseaba tanto volver a tenerte ahí, entre mis piernas…! Él me mira, su sonrisa socarrona me pone los pelos de punta. Acerco mi mano a su cara y despacio levanto la máscara dorada y, oh, oh ¡¡¡sorpresa!!! No es mi Jack Sparrow, es el señor Dempsey que al ver mi cara de asombro suelta una carcajada y grita… ¡¡¡Perdedora!!!
 
Me siento sobre la cama desorientada y con la respiración agitada. No sé si por el orgasmo que acabo de tener en un sueño, o por descubrir quien era la persona que me hacía correrme de esa manera tan brutal. ¡Joder, menudo sueño! ¡Maldito subconsciente traidor! Miro el móvil para saber que hora es, las seis y media de la mañana, me dejo caer otra vez sobre la almohada e intento controlar mi respiración para que vuelva a la normalidad.
 

A las siete en punto, suena el teléfono y, lo dejo sonar. Solo hay una persona que pueda llamarme a estas horas. No quiero hablar con él, no me veo capaz, aún lo siento palpitar dentro de mi y solo ha sido un puto sueño. Seguro que notaría que algo me pasa y se anotaría otro tanto. No, no quiero darle esa satisfacción, paso de hablar con él. Al menos de momento.
 

Me levanto de la cama y me preparo para ir a trabajar. En la oficina, todos me miran con cara de asombro. Me apetece gritarles qué coño están mirando, pero ellos no tienen la culpa de que esté de mala hostia tan temprano. La culpa la tengo yo y mi cabeza, que empieza a mezclar las cosas y me hace unas putadas tremendas. Me encierro en mi despacho, si, mi despacho. Si quiero dejar al señor Dempsey descolocado con mi cambio de look, no puedo trabajar en el suyo, no mientras haya una cámara de seguridad de por medio, estropearía el factor sorpresa ¿no?
 
Hoy sabré con seguridad si esa cámara existe en realidad o solo son imaginaciones mías. Solo es cuestión de tiempo que él llame para preguntar porque no estoy en su despacho…

 
 
 



 
 
 



 
 
 

 
 
 
 
 


 
 
 


 
 
 

 
 

 






 
 




11 comentarios:

  1. Ay, ay, ay ¿el señor ogro, Jack Sparrow? Espero que el sueño sea algo premonitorio. Jijijiji. Veremos a ver como continúa esta buena historia.
    Un besillo.

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    1. jajajjaja Menudo sueño eh María? Ainsss veremos a ver que pasa!! jeje
      Gracias Besin :)

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  2. Vaya vaya con los sueños! Se mezcla realidad con deseo. Qué estrés de juego! Yo no sabría jugar, perdería el primer día! A ver quien gana de los dos...apuesto por Olivia. Este Dempsey no sabe aún con quien pelea...cómo me gusta esta historia, Virginia! Esperaré el próximo capítulo!!!!!! Besitos!

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    1. Yo también perdería Hada Rac, o mejor dicho, me dejaría perder si el señor Dempsey fuera el premio!! jajajja
      Gracias Besin :)

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  3. Esta chica está lanzada, ya sea despierta o dormida! jajajaja. No sé por qué se molestan en jugar, ya sabemos que los dos van a perder (o a ganar, según se mire) :D

    Mu emocionante, Virginia. Tus protas nos dejan en ascuas al final de cada capítulo!!

    Un besillo de lunes.

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    1. Julia yo creo que ganarán ambos y perderán ambos!! Jajajaja
      Gracias Besin ;)

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  4. ¿El subconsciente la delata? Ay... que sueños más intensos!!!
    Seguro que sí que hay cámaras y tengo muchas ganas de saber que pasa, jijiji
    Me encanta Virginia, besitos!!!

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  5. No sé por qué pero intuyo que esa llamada se llegará a producir jajaja. Respecto al sueño húmedo de Olivia... ¡vaya tela! Soñando con Jack/Daniel (casi como la bebida LOL) y ¿quién sabe? Como bien dicen ahí arriba tal vez sea una premonición jejeje.

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    1. El subconsciente suele jugar malas pasadas cuando menos te lo esperas, y a veces te da la clave de muchas cosas!! Jeje
      Gracias :))

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  6. Virginia jajajja me acorde anoche del relato y se lo comenté ami compañera, Mira tu toda la noche trabajando , llego a casa me meto en la cama y no puedo dormir. Enciendo el ordenador y aqui estoy leyendo de nuevo, pero me tendré que ir a dormir a ver si sueño con Jack o con Daniel

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    1. Jajajaja siento que la historia te quite el sueño, pero es lo que tiene querer saber más... Jajajaja espero que sueñes con ambos, si es así no dudes en contarmelo!!
      Gracias Besin :)

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