Antes de pasarnos por la cervecería donde nos esperan el resto de compañeros, Rebeca y yo, decidimos cenar algo en la pizzeria que hay cerca de mi casa. Ambas compramos un par de porciones de la pizza mejicana y nos sentamos en unos taburetes altos que hay junto a la ventana para comerlas, para beber, en mi caso pepsi light y en el de ella cerveza. Hoy, vengo más que preparada a no dejarme convencer para que beba como una cosaca. No es que no vaya a tomar una copa, pero de ahí a pillar la torrija de la última vez… como que no.
Mi
dicharachera compañera, me habla por primera vez de la relación que
tiene con nuestro compañero Paul. Empezó hace poco más de un mes y
los dos están pilladísimos, pero no quieren contarlo en la oficina
por miedo a que a alguno de los dos lo echen del trabajo, por eso
mantienen las distancias cuando estamos todos juntos. ¿Así tendría
que ser en el caso que el señor “soy un ogro” y yo nos
enamorásemos? ¿Tendríamos que mantener las distancias en nuestro
puesto de trabajo? Si, probablemente si. En nuestro contrato laboral,
hay una clausula que dice que están prohibidas las relaciones
personales entre compañeros de un mismo departamento, dicen que
porque el rendimiento baja considerablemente y eso, pero yo no me lo
creo, es absurdo. Esa clausula, fue idea de Bruce cuando él dirigía
la empresa. Es el hermano mayor del señor Dempsey, tengo entendido
que era un picha brava de mucho cuidado, que se liaba con todo
aquello que tuviera falda y un buen par de tetas. De hecho, creo que
también tuvo algún que otro percance por liarse con secretarias y
demás. Incluso corrieron rumores de que lo había denunciado por
acoso sexual. De ahí que añadiera la clausula de las relaciones en
los contratos laborales. Gracias a Dios que él ya no está en la
empresa, no físicamente, pero sigue apareciendo en los papeles
importantes de la empresa como director ejecutivo, menudo paripé.
Salimos
de la pizzería pasadas las diez de la noche y con paso tranquilo nos
encaminamos a la cervecería Indiana. Miro el teléfono antes de
entrar por la puerta, y ahí está, el sobre parpadeando. Dudo si
mirarlo ahora o por el contrario esperar a llegar a casa para
hacerlo. Al final, me puede la curiosidad y le digo a Rebeca que me
espere dentro para poder hacerlo tranquilamente. Hay dos mensajes de
él, ¿de quién si no?
MENSAJE
1
— «Buenas tardes nena, ¿cómo te ha ido el día? Yo aún estoy metido en la oficina enredado con un montón de papeleo. Estoy deseando que llegue la noche para poder seguir con lo que dejamos ayer a medias».
MENSAJE 2
— «Hola. Avísame cuando estés en casa, estoy ansioso por jugar contigo, ya me entiendes… Me gustaría mucho oírte jadear y susurrar mi nombre, nada de señor Dempsey, simplemente Daniel. ¿Crees que podrá ser posible Olivia? ¿Serás lo suficientemente valiente esta noche para continuar dónde lo dejamos ayer y llegar hasta el final? Dime que si nena...»
¿Qué
le diga que si? Uf, no sé si seré capaz. Aunque pensándolo bien,
¿por qué no? Puedo decirle que si, y tenerlo esperando toda la
noche, eso le cabrearía bastante y posiblemente su calentura
descienda unos cuantos grados. Seguro que mañana me arrepentiré de
esto, pero, ¿qué puede haber de malo en ser un poco malota?
— «Hola,
estoy a punto de meterme en la ducha, te lo digo para que vayas
poniéndote a tono y te imagines el agua resbalando por mi piel, mis
manos acariciando mi cuerpo mientras me enjabono… ¿podrás esperar
a que salga de la ducha, o será demasiado tarde? Estoy deseando ver
lo que eres capaz de hacer Daniel, hoy no habrá vuelta atrás…
Espérame.»
Nerviosa
por lo que voy a hacer, y sabiendo las consecuencias que ello me
acarreará lo envío. Cuando vea que pasa el tiempo y que no doy
señales de vida, se pillará un cabreo de mil demonios, pero que mas
da. Está muy equivocado si piensa que voy a dejarme llevar, si si,
ya puede esperar sentado. Un nuevo sobre, vuelve a aparecer en la
pantalla del teléfono. Lo leo.
— «¿Me lo prometes nena? ¿Me prometes que será esta noche?»
¿Qué si te lo prometo? ¡Claro hombre, ahora mismo!
— «Te lo prometo Daniel...»
Consciente
de que acabo de hacer una pequeña travesura, pongo el móvil en
silencio para no oírlo el resto de la noche y lo guardo en el bolso.
Entro en la cervecería con una sonrisa de oreja a oreja. «Ay señor
Dempsey, no sabe usted lo larga que se le hará la noche—pienso.»
Voy hasta el fondo del bar, que es donde sé que estarán mis
compañeros y busco a Rebeca con la mirada. Saludo a Paul, a Katty, y
al resto de compañeros y, cuando miro hacia la barra, la sonrisa se
borra de mi boca en cero coma. Rebeca está allí, apoyada en la
barra, riéndose a carcajada limpia de algo por lo visto muy gracioso
que nuestro queridísimo jefe le está contando. ¡Joder, que poco
dura la felicidad en casa del pobre! «Creo que acabas de cagarla
otra vez Olivia—me digo mosqueada».
Los
observo disimuladamente y, veo como el sin dejar de hablar con mi
amiga, saca el móvil del bolsillo de atrás de sus vaqueros y lo
mira. Se dibuja en su cara una sonrisa, que me deja temblando, acaba
de leer la contestación a su mensaje, y me doy cuenta que me acabo
de meter en un buen berenjenal. Entonces Rebeca me ve y me hace un
gesto con la mano para que me acerque pero que yo, por supuesto
ignoro, ¿acercarme? ¡Ja, y una mierda!
Él,
mira hacia donde yo estoy, y vuelve a mirar a mi amiga como si nada,
de repente vuelve a girarse y sus ojos me escudriñan. ¡Si chato,
soy yo! ¿No me habías reconocido eh? Coge la cerveza que tiene
apoyada en la barra y con paso lento se acerca, hasta colocarse justo
frente a mi. Rebeca nos mira a ambos con mucha curiosidad, con lo
cotilla que es, como para perdérselo. Lo que me extraña es que no
se haya acercado para poder oír también la conversación.
— ¿Olivia?
— Señor
Dempsey…
— Hace
dos minutos era Daniel, ¿y ahora vuelvo a ser el señor Dempsey?—Me
quedo callada. Acerca su boca a mi oído y susurra—. Estás
realmente espectacular nena, no esperaba verte por aquí...—¡Si
claro, y voy yo y me lo creo!—Te lo digo totalmente en serio, tenía
pensado pasarme más tarde por tu casa, ya sabes… para terminar lo
que empezamos anoche.
— ¿Qué
haces aquí?—«Eso es lo único que se te ocurre preguntar mema?—Me
regaño».
— He
venido a pasar el fin de semana, no había nada interesante que hacer
en San Francisco, en cambio aquí tenía algo pendiente. Ya me
entiendes…
— ¡Si
claro! —Contesto con sorna.
— ¿No
irás a echarte atrás verdad nena? Me lo prometiste.
— Siempre
puedo cambiar de opinión…
— ¿Reculando
otra vez Olivia? Que pena que solo tengas un par de ovarios cuando
estoy lejos…
— ¿Por
qué no vas a jugar una partida al billar con los chicos y dejas de
incordiarme?
— Aunque
cambies de tema y, quieras mantenerme alejado, no vas a conseguir que
me olvide de tus promesas, son demasiado apetecibles. Ayer me
colgaste el teléfono con una excusa absurda, pero hoy no te librarás
de mi tan fácilmente.—Me guiña un ojo y se va con el resto del
grupo.
Dejo
salir lentamente el aire contenido en mis pulmones y miro a Rebeca
que sigue en la barra, ahora acompañada de Paul. ¿Y si cojo mis
cosas y me largo? ¿Y quedar cómo una cobarde? ¿Puedo quedarme y
controlar esto? ¿Puedo mantener a Daniel alejado de mi? No, claro
que no. No dejará de tocarme las pelotas el tiempo que estemos aquí.
Y ademas, si me fuera a casa, ¿de qué me serviría? Sabe de sobra
donde vivo, sé con certeza que no tardaría mucho en presentarse en
la puerta de mi casa y reclamar lo que le he prometido. Pero si yo me
niego, ¿no será capaz de obligarme no? «¿Y que es lo que quieres
tu Olivia?—Me pregunto. Por primera vez desde que empezamos este
juego, me planteo seriamente lo que yo quiero. ¿Y si me acuesto con
él esta noche y terminamos con esto de una puta vez? Seguramente,
una vez conseguido por su parte lo que quiere, pierda el interés en
mi y pueda seguir con mi vida tranquilamente. ¿Podré yo seguir con
mi vida como si tal cosa? ¿Y por que no? Si lo hago cuando voy a las
reuniones del “Lust”, ¿por qué no voy a poder hacerlo ahora?
¡Joder, menudo cacao mental me traigo!
Pasan
un par de horas sin que el jefe se acerque a mi para nada, aunque sus
sus ojos me siguen allí a donde vaya. Estoy tranquila, relajada y
pasándomelo bien, excepto cuando nuestras miradas se cruzan y,
entonces recuerdo que tenemos algo pendiente. Katty y Rebeca, están
en el escenario cantando un tema de roxette, “Listen to your heart”
en el karaoke. ¿La cabrita de mi amiga la habrá escogido aposta?
Si, apostaría mi mano derecha y, no la perdería, a que esta canción
va con segundas. La muy arpía no deja de mirarme con el micrófono
en la mano, y por si fuera poco, el señor “soy un ogro”, se
acerca a mi y me invita a bailar. ¿Bailar yo? Ups, va a ser que no,
soy demasiado patosa para eso, así que me escabullo como puedo y me
escondo en el baño, por lo menos hasta que termine la maldita
canción. Cuando salgo, casi me da un soponcio al ver a mi jefe
apoyado en la pared con los brazos cruzados sobre el pecho,
esperándome.
—¿Ahora
eres mi guardaespaldas?—Le increpo molesta poniendo las manos en
las caderas.
— Llevo
toda la noche esperando esta oportunidad… —Dice acercándose a mi
con mirada felina.
— ¿Oportunidad
para qué?
— Para
esto… —Me coge por la cintura con una mano, me acerca a él,
apoya su mano libre en mi nuca y baja la cabeza, hasta que sus
labios, rozan los míos con delicadeza, con ternura. Incapaz de
impedírselo ( porque no quiero hacerlo ), entreabro mis labios para
que su lengua su una a la mía y, nos fundimos en un beso apasionado
y cargado de deseo.
Nos
besamos hasta que nuestras respiraciones se agitan, y entonces nos
damos cuenta que ya no basta solo con besarnos, ambos queremos llegar
al final. Entonces, se separa de mi, me acaricia el rostro y se va,
dejándome otra vez con ganas de más. Frustrada, vuelvo con los
demás, no veo a Daniel por ningún lado, así que decido que ese es
el mejor momento para largarme. Sin perder ni un minuto más, me
despido de Rebeca y los demás compañeros y regreso a casa.
Pero
cuando llego a casa, me quedo patidifusa al verlo en la entrada del
edificio esperándome.
— ¿Creías
que iba a ser tan fácil librarte de mi…?
Por diooooooooooos! Bien,sr. Dempsey, bieeeeen! Madre mía, estos tienen que romper el misterio de acostarse juntos ya! Buf! Qué apasionante Virginia! Espero con impaciencia el siguiente capítulo. Sabes, este sr.Dempsey me gusta, no sé, tiene ese algo .....guay! ;)
ResponderEliminarSi Hada Rac, yo creo que ya es el momento de que se metan en la cama!! jajajjaj
EliminarGracias Besin :)
Agggggggg me traes locas. Eres peor que el señor Dempsey, dejándome siempre con ganas de más. Jajajaja.
ResponderEliminarDeseando qeu suban y terminen lo que empezaron.
Genial.
Un besillo.
jajjjajajj María, tienes razón, soy mala malísima!!
EliminarGracias Besin :)
Virgnia, que me va a dar un ataqueeeeee jajajajaja. Ellos parece que llevan bien el juego, yo no tanto. Madre mía qué tensión sexual no resuelta, esto hay que arreglarlo pero ya!! ji, ji.
ResponderEliminarA ver, a ver... qué pasa ahora?? ya?? por fin hacen lo que todos estamos epserando?? ha llegado el momento??
Ainssss de nuevo toca esperar ;)
Un beso y feliz finde, guapa!!
No quisiera yo que te diera un ataque Julia, tienes que ver lo que pasa en el siguiente capítuo!! jiiij
EliminarGracias Besin :)
Este señor esta mejor que Mr. Grey!! Me como las uñas para saber que pasa. Supongo que será una bomba sexual que reventará en esa cama!!! Ya vaya a escribir lo que sigue!!! XD
ResponderEliminarPor supuesto que es mejor que Grey Mendiel, no lo dudes!! jjajaja
EliminarGracias Besin :)
Tienen que hacer las cosas ya, no esperar a mañana :)
ResponderEliminarExacto Rachel, no dejas para mañana lo que puedas hacer hoy!!
EliminarGracias Besin :)
Aquí ya no hay vuelta atrás... empieza el juego real... ayyy Virginia que nos vas a matar!!! :)
ResponderEliminarBesitos!
No Irene, no hay vuelta atrás, ahora empezara lo bueno? Ver veremos...
EliminarGracias Besin :)
¡Uuuh! Empieza la acción, me he quedado loca. ¡Soy adivina! Y encima... anda que no se tienen ganas estos dos jajaja.
ResponderEliminarUfff estos dos se tienen algo más que ganas!! Jajajaja Fulminaran la alarma de incendios!! Jijiji
EliminarGracias :))
Amiga yo sigo aquí enganchada hoy no duermo jajaja, sigo leyendo el siguiente capitulo
ResponderEliminarJajajaja lo has cogido con ganas eh? Que quieres que te diga, para mi eso es buena señal!!
EliminarGracias Besin :)